
La Policía Nacional tiene un nuevo vehículo aéreo autónomo que le dará una ayuda adicional para acceder a zonas que habitualmente son inaccesibles para personas.
Su función es participar en el área de Servicios de Medios Aéreos de la Policía Nacional y se utilizará para misiones de emergencia y seguridad.
Uno de los usos de esta aeronave autónoma es poder sustituir a los helicópteros convencionales en situaciones concretas, por ejemplo en aquellas zonas contaminadas por agentes NRBQ (Nuclear, Radiológica, Bacteriológica y Química).
Este mismo dron pesa unos 600 kg y es completamente eléctrico. Monta una batería con capacidad para completar vuelos a velocidades hasta 130 km/h, con una autonomía que se limita a tan solo 30 minutos. En este tiempo puede recorrer hasta 30 kilómetros con su capacidad de carga completa, un proceso que lleva unas dos horas. Y lo más importante, que puede llevar a dos agentes en sus viajes.
La aeronave ha realizado diferentes vuelos de prueba en el centro policial de Ávila, Valencia y Málaga, todos ellos sin viajeros a bordo. En la actualidad la Policía Nacional, y la Guardia Civil, utilizan drones desde hace años para la búsqueda de personas desaparecidas o la vigilancia del Estrecho en operaciones antidroga. Pero hasta ahora no tenían en servicio o en proyecto de entrar en servicio un dron que fuera tripulado por agentes.
En la actualidad ya hay más de 100 agentes especializados en aviación no tripulada que se encargan de operar drones en los diferentes cuerpos policiales españoles.