En Europa se está desarrollando el U-Space, un corredor aéreo seguro que marca las alturas a las que deben circular los distintos tipos de aeronaves. Y es que también hay que tener en cuenta la prevista llegada masiva a las ciudades de drones autónomos de reparto de mercancías.

La NASA trabaja en un nuevo proyecto llamado DRF (Data & Reasoning Fabric) que se basa en la capacidad de las aeronaves de tomar decisiones en tiempo real basadas en datos procedentes de todo tipo de sensores, cámaras y otras fuentes. Lo que se busca reducir el riesgo de colisiones y mejorar la eficiencia del transporte aéreo.

Los planes de la NASA con este sistema de organización tendrían dos objetivos:

  • Desarrollar el denominado Acelerador DRF, que permitiría crear prototipos de puntos clave del sistema para poder testear su funcionamiento.
  • Poner en marcha este Acelerador DRF, para que las empresas y entidades implicadas en el futuro tráfico aéreo sean conscientes de los pasos a seguir para mantener un sistema de transportes bien preparado.

La NASA asegura que serían miles de vehículos los que surcarían el cielo urbano, con lo que sería necesario conseguir traspasar algunas barreras que se suponen dificultarían la implementación de un plan tan ambicioso. Dichas barreras serían la complejidad del sistema, la necesidad de automatizar tareas y la viabilidad de los modelos de negocio.

Data & Reasoning Fabric (DRF) para movilidad aérea avanzada.